En la mitología griega existieron 9 hermosas mujeres, cada una experta y llena de talento en un área especifica como la poseía y la danza, eran conocidas como las musas .
Los orígenes de las musas
Cuenta la historia que Zeus se enamoro de Mnemosine, señora de las colinas de Eleuter, cuyo nombre significa memoria, a quien visitó 9 noches seguidas en su lecho. Cuando pasaron los meses, en Pieria nacieron 9 jovencitas de belleza sin igual coba con la frente dorada – decían los antiguos- e interesada sólo en las fiestas y el canto. Vivían en el monte Olimpo en el Palacio sustentoso. Les encantaba la danza, poesía y el teatro. Solía amenizar la fiesta de los dioses con sus talentos, ya fuera cantando en coro, declamando, recitando o danzando.
Las Musas inspiraban a músicos y poetas. También otorgaban a los mortales una voz dulce, armoniosa y bien timbrada. De ahí que los griegos dijera que ellas concedían el hechizo del canto.
Uno de sus trabajos era alegrar el corazón de Zeus con sus cantos y narraciones sobre el pasado, presente y el futuro, y otro consistía en alabar a todos los dioses, desde aquellos engendrados por Gea y Cronos hasta los que convivían con ellas en el Olimpo. Con los años, los griegos le adjudicaron a cada una una cualidades artísticas especiales. Estos eran sus nombres y especialidades:
- Calíope: La de bella voz. Era la más importante porque estaba encargada de asistir a los dioses. Especialidad era la poesía épica.
- Clío: La que da fama. Era la musa de la historia.
- Érato: La deliciosa, inspiradora de la poesía erótica.
- Euterpe: La muy encantadora. Se le relacionaba con la poesía lírica.
- Melpóneme: La que canta. Su especialidad era la tragedia.
- Polimnia: La de variados himnos. Inspiraba la poesía y la canción religiosa.
- Terpsícore: La que ama el baile. Se le relacionaba con la danza.
- Talía: La festiva, musa de la comedia.
- Urania: La celestial, musa de la astronomía.
El papel de las musas en la mitología y las artes
Otra leyenda cuenta que Zeus dio vida a las Musas para celebrar la victoria de los dioses olímpicos sobre los Titanes, y para olvidar los males del mundo. Sus hermosas voces y bailes ayudaron a aliviar las penas del pasado. Cada musa tenía su propio dominio sobre una disciplina artística en particular. Apolo, el dios de la música, el arte y la poesía, es su maestro. Apolo es un dios complejo, y una deidad muy importante del panteón olímpico. La sanidad, la luz, el sol, los oráculos, la verdad, el conocimiento y la profecía eran el dominio de Apolo. Era un dios oráculo, el patrón de Delfos y la deidad profética del Oráculo de Delfos.
Las Musas siguieron a Apolo, cantaron y bailaron alegremente mientras él deambulaba por la belleza de la naturaleza en el Monte Helicón, donde vivían y adoraban. Según Pindar (c. 522 – 443 a.C.), un poeta lírico griego, «llevar un mousa» es «sobresalir en las artes». Mousa es un sustantivo griego común. Significa «arte» o «poesía».
Las Musas inspiran la creación. Muchas personas creen que la inspiración que necesitan para escribir literatura, un poema o crear cualquier expresión artística está fuera de su control, y que los impulsos creativos sólo provienen de la Musa a la que llaman.
El poder de inspiración de las Musas
La inspiración no siempre está ahí para nosotros cuando la necesitamos. Se define como «el proceso de ser estimulado mentalmente para hacer o sentir algo; especialmente para hacer algo creativo». Un maestro espiritual puede recibir la inspiración para crear revelaciones sagradas. Un poeta es a menudo golpeado por la inspiración para escribir un poema de la nada, y puede sorprenderse cuando lee lo que termina escribiendo. Cuando se le pregunta a un autor cómo desarrolló grandes ideas para una historia, su respuesta suele ser: «Se me ocurrió de la nada», o «Tuve un sueño al respecto».
¿Convocamos nuestros propios pensamientos interiores y creatividad, o la inspiración proviene realmente de una fuente mística como las Musas? Muchos creen que las nueve hijas de Zeus y Mnemosyne son las que realmente nos inspiran.
Los antiguos griegos creían que la inspiración o el entusiasmo sólo provenía de una de las Musas. El poeta griego Hesíodo (750-650 a.C.), que era un simple pastor, se inspiró en las Musas para escribir Teogonía, un famoso poema épico que aún hoy se lee y menciona ampliamente. Los estudiosos consideran la Teogonía como una fuente importante de la mitología griega. Se dice que Hesíodo en la edad antigua griega se inspiró en las Musas.